A veces un simple hecho te hace hacer cosas que hacía tiempo que querías hacer. Puede que no me exprese en el mejor de los modos, pero es tarde y además empiezo mi blog con una noticia que no es muy alegre. De hecho, llevaba tiempo pensando en realizar un blog, pero no ha sido hasta hoy (bueno, ayer, que hemos pasado la medianoche del viernes al sábado) que la noticia que mi madre me ha dado por teléfono me ha hecho decidirme.
El viernes 25 de noviembre de 2005 ha fallecido en Onda, pueblo de la provincia de Castellón, uno de sus artistas más internacionales y al mismo tiempo, pienso que también poco reconocidos y en gran parte subestimados, de nuestro municipio. Se trata de Manolo Safont, pintor ceramista más conocido en el pueblo por ser el "anciano de los extraños bigotes" que, vestido con unos pantalones negros y una camiseta (en verano) o un jersey (cuando llegaba el frío) de color rojo (recuerdo haberle visto con un jersey que no era monocolor rojo en sólo una ocasión) paseaba por el pueblo, intercambiando una agradable conversación con la gente del pueblo, pues era conocido por jóvenes y no tan jóvenes.
Manolo Safont era un pintor ceramista, que en varias ocasiones cambió de estilo, llegando en su última época a producir obras sobre todo abstractas pero con una característica que le distinguía : la definición de los colores. Colores que transmiten emociones, obras abstractas que atraen a las personas, incluso a aquellas que no son entendedoras de arte abstracto. Su pintura tiene algo especial, y en muchos lugares, tanto de España como del extranjero, su trabajo ha sido no sólo conocido sino también galardonado. Lo he admirado desde pequeño, sobre todo porque vivía con una latente pasión por el arte, por sus obras, por el color.
Manolo Safont también era un idealista. A veces pienso que algunas de sus ideas eran bastante utópicas. Con él hablé sobre todo de sus obras y de arte, pero simplemente hablando de arte se veía que era un perfeccionista, y un idealista. Buscaba su idea de perfección en todo lo que le era posible, desde el color hasta la colocación de sus obras para una exposición, pasando por la sala, la luz, y otras muchas cosas que seguramente no llegué a percibir.
Tras conocer la noticia, mi mente ha recordado los momentos de mi vida en los que hablaba con él, o simplemente le escuchaba o contemplaba sus obras. También recuerdo su casa y su jardín, al que de niños llamábamos la "pequeña jungla" y del que hemos escuchado varias historias. También he pensado en Ana, su esposa, a la que también recuerdo con mucho afecto y espero poder ver cuando por navidades regrese a España y vaya al pueblo. Ana es una mujer llena de energía, y que ha estado siempre al lado de su marido. Para mí, la vida de Manolo Safont ha estado siempre unida a la de Ana. Los conocí de pequeño, pues mis padres ya los conocían antes de que yo naciera, y he de decir que la noticia me ha pillado por sorpresa.
Perdonad si no he contado las cosas de manera ordenada. Intentaré ir mejorando a medida que vaya escribiendo. Quería también hablar de cómo ha sido reconocido Manolo Safont en Onda, pero hoy es un día de luto y de reflexión, y mis idealismos podrían crear polémica. Y hoy sólo quiero que se recuerde a un gran artista y una persona que ha dado mucho a su pueblo y al arte. Una persona que vestía siempre con pantalones negros y camiseta (en verano) y jersey (cuando llegaba el frío) de un solo color, quizás el color que más apreciaba o el color con el que era más exigente : el rojo.
A Manolo Safont, al que sempre recordarem com un gran artista que ha sempre donat el màxim per la pintura i la ceràmica.
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